Inspirada en el "oro blanco" que aparece ocasionalmente en las playas escocesas y en la alquimia del tiempo y la marea, "The Grudge" encuentra belleza en lo inesperado: el viaje del ámbar gris desde el antro del cachalote, arrastrado por la marea, recuperado de una playa y teñido en una botella. Una metáfora de la alquimia de la presencia.